Obstrucción respiratoria

Si nuestro perro o gato comienza a toser con violencia y respira con dificultad, es muy probable que se haya tragado algo que le obstruya la garganta. A veces en los gatos es una bola de pelos, que normalmente puede ser expulsada por el mismo tras un breve período de tos.

En caso de que exista una obstrucción, lo preferible es que intervengan dos personas, una de ellas inmovilizando al animal manteniéndolo entre sus piernas mientras que con sus manos le abre la boca lo más posible. El segundo interviniente, deberá tratar de localizar la obstrucción y removerla con sus dedos o unas pinzas.

A veces el objeto que obstruye la garganta no puede ser visto por lo que tendremos que intentar otros métodos. En los perros grandes, utilizaremos la maniobra de Heimlich, que consiste en colocar el perro parado sobre sus patas traseras colocándose por detrás de él abrazando son fuerza por debajo de las costillas y presionando con fuerza por debajo de las costillas varias veces, hasta que el objeto sea removido.

Si el perro es muy grande y no puede ponerse de pie, puede intentarse con éste acostado presionando con fuerza con una mano sobre las costillas y con la otra por debajo.

Con los perros pequeños, la maniobra puede realizarse sosteniéndolo por sus patas traseras y colocándole boca abajo para aprovecha el efecto de la gravedad.

Si la respiración se suspendió por mucho tiempo, al liberar el objeto puede que el animal no respire por si solo, por lo que habrá que comenzar la maniobra de RCP.