Envenenamiento en perros y gatos- Síntomas y primeros auxilios
Envenenamiento en perros:
Sabemos que los caninos en general son muy curiosos, sobre todo los cachorros. Por eso debemos tener cuidado, vigilarlos siempre que podamos y estar informados sobre el envenanamiento en perros, sus síntomas y primeros auxilios.
Causas principales del envenenamiento en perros y consejos para prevenirlas
Podemos evitar situaciones en las que nuestro fiel amigo pueda resultar herido o envenenado por accidente. Lo haremos manteniendo las cosas potencialmente peligrosas fuera de su alcance de forma segura en las estanterías altas de los armarios o en armarios con llave, evitando que ingiera alguna cosa por la calle, no dejando que beban agua de la piscina o se bañen en ella cuando está recién tratada con productos como el cloro, si utilizamos insecticidas en el jardín evitaremos que nuestro perro los lama o entre en contacto con la zona hasta que estén secos los productos utilizados, entre otras medidas preventivas.
Existen tres formas por las que un perro puede intoxicarse:
- Vía cutánea: Cuando el veneno entra en contacto con la piel del animal y esta lo absorbe introduciéndolo en el organismo.
- Vía respiratoria: Cuando la sustancia tóxica es inhalada por nuestro can y entra en su organismo a través de la absorción en los conductos respiratorios y los pulmones.
- Vía oral: Cuando nuestro perro ingiere algo inadecuado y le provoca una intoxicación.
A continuación, exponemos los venenos y tóxicos más comunes, es decir, los causantes del envenenamiento más frecuentes:
- Alimentos humanos (chocolate, chicles con xilitol, aguacate, uvas, nueces de macadamia, cebolla, ajo, etc.)
- Medicamentos para humanos(paracetamol, jarabe para la tos, etc.)
- Insecticidas, pesticidas, venenos, herbicidas y fertilizantes (carbamato, amitraz, piretrina, arsénico, warfarina, estrictina, etc.)
- Pinturas y baterías de coche (plomo)
- Hongos venenosos (distintos tipos de setas)
- Insectos y otros animales venenosos (cantáridas, serpientes, sapos)
- Plantas venenosas (cianuro)
- Productos de limpieza (disolventes, lejía, cloro, suavizantes, detergentes, etc.)
- Antiparasitarios (algunos productos pulverizados sobre nuestras mascotas y su entorno para ahuyentar y eliminar los parásitos externos)
- Alcohol (en bebidas o en otros formatos)
- Tabaco (nicotina)
Estos productos y sustancias, que se hallan en objetos, animales y plantas muy variados, son químicos y enzimas tóxicas para los caninos y otras mascotas debido a que sus organismos no son capaces de metabolizarlos.
Síntomas generales del envenenamiento en perros
En caso de envenenamiento los síntomas pueden aparecer rápidamente o tardar horas, además son muy variados ya que dependerán de la sustancia que haya provocado la intoxicación y de la cantidad. Algunos de los síntomas más comunes son los siguientes:
- Vómitos y diarreas incluso con sangre
- Dolor intenso con quejidos (lloriqueos)
- Depresión y debilidad
- Tos y estornudos
- Pupilas dilatadas
- Temblores, espasmos musculares involuntarios y convulsiones
- Nerviosismo
- Mareos
- Rigidez muscular
- Desorientación
- Parálisis de alguna zona afectada o del cuerpo entero
- Somnolencia intensa o letargo
- Excitabilidad e hiperactividad repentina
- Colapso e inconsciencia
- Debilidad y fiebre
- Salivación excesiva
- Hemorragias por diversos orificios
- Problemas respiratorios y cardíacos
- Dificultad de coordinación de las extremidades por problemas neurológicos (ataxia)
- Apatía
- Oscurecimiento de las mucosas en algunos casos
- Exceso de sed (polidipsia)
- Micción muy frecuente (poliuria)
- Irritación gástrica
- Inflamación, irritación, sarpullido y marcas en la piel
- Pérdida de apetito y anorexia
En cuanto detectemos algunos de estos síntomas debemos actuar rapidamente y llamar a urgencias veterinarias.
Primeros auxilios ante un envenenamiento en perros
Cuando se da envenenamiento o intoxicación en nuestro perro debemos acudir o llamar rápidamente a nuestro veterinario de confianza o a las urgencias veterinarias. Pero, existen algunas cosas que podemos hacer nosotros mismos como primeros auxilios mientras el veterinario está en camino. Eso sí, debemos hacerlo solo si el especialista no nos lo contradice y según el origen del envenenamiento. Esta actuación rápida, puede salvarle la vida a nuestro fiel compañero.
En cuanto detectemos síntomas de los anteriormente descritos, si es posible con la ayuda de alguien, debemos por un lado llamar al veterinario e informarlo de todos los indicios que podemos observar, como el estado del animal, los síntomas, el posible veneno causante del problema, sus compuestos, envases, etiquetas y todo lo posible. Además, deberemos atender los síntomas de nuestro perro envenenado según el origen del envenenamiento y el resto de indicios. Debemos mantener la calma y actuar rápidamente pensando que en estos casos el tiempo es oro.
Si tu perro ha sido envenenado y te preguntas qué hacer, estos son los pasos más comunes a seguir ante un caso de envenenamiento en perros:
- En caso de que nuestro can esté muy débil, casi desmayado, inconsciente o bien sepamos que la intoxicación se ha dado por inhalación, lo primero que debemos hacer es sacarlo a una zona abierta, ventilada e iluminada. Así podremos observar mejor cualquier síntoma y ofrecerle aire fresco a nuestro perro. Para levantarlo debemos tener cuidado y hacerlo de forma que cojamos todo el cuerpo firmemente. Si no disponemos de zona exterior, una zona como el baño o la cocina suele estar bien iluminada y tener agua a mano, la cual muy probablemente necesitemos.
- Por otro lado, deberemos retirar con cuidado el veneno que veamos a la vistapara evitar que otras mascotas o personas que estén cerca se intoxiquen también. Tendremos que guardar una muestra para que le sirva al veterinario en su diagnóstico.
- Mientras nosotros hacemos lo anterior, otra persona puede contactar con el veterinario. Si estamos solos lo haremos seguidamente tras estabilizar un poco al perro, retirar el veneno localizado y guardar una muestra. El especialista nos ayudará a conservar la calma y centrarnos. Cuanto antes llamemos al veterinario más probabilidades de supervivencia tendrá nuestro can.
- Si hemos podido identificar el veneno debemos darle el máximo de información al veterinario como el nombre del producto, su principio activo, la potencia, la cantidad que más o menos haya podido ingerir el animal y el tiempo que puede que haya pasado desde que lo hizo. Cuantas más indicaciones, dependiendo del tipo de tóxico que haya producido el envenenamiento, más posibilidades de supervivencia.
- El veterinario nos indicará qué primeros auxilios podemos aplicar y cuáles no, según el veneno identificado. Por ejemplo, una de las primeras acciones que debemos hacer en caso de ingesta de algún veneno es provocar el vómito, pero debemos saber que nunca lo haremos si el perro está inconsciente o desmayado ni si el veneno ingerido es un corrosivo. En caso de hacerlo estando el perro inconsciente podemos provocar que aspire el vómito y vaya a su sistema respiratorio provocando una neumonía. Además, en caso de ser una sustancia corrosiva el veneno que lo ha intoxicado, lo único que lograremos si lo hacemos vomitar será una segunda quemadura cáustica en el tracto digestivo, la faringe y la boca del animal, empeorando su situación. Si el tóxico ha sido ingerido hace dos horas o más será bastante inútil que provoquemos el vómito ya que la digestión estará muy avanzada o terminada. Por lo tanto, solo induciremos el vómito si el animal no está inconsciente, si sabemos con seguridad que la sustancia no es un corrosivo como un ácido o álcalis y en caso de que la ingesta haga menos de dos horas que se produjo.
- No debemos darles agua, comida, leche, aceites o ningún otro remedio caserohasta que no sepamos con certeza qué veneno ingirió y cómo proceder, por eso será mejor esperar a que lo indique nuestro veterinario mientras le proporcionamos el máximo de información. Esto es debido a que en caso de no saber bien a qué nos enfrentamos cualquiera de estos remedios caseros podría producir un efecto contrario al que esperamos y empeorar el estado de nuestro fiel compañero.
- Si se decide que debido a las circunstancias debemos hacer vomitar al animal envenenado debemos seguir unas pautas apropiadas para la inducción del vómitoy así evitar daños innecesarios durante el proceso. Estas pautas las comentaremos más adelante en otro artículo llamado "Cómo tratar a un perro envenenado".
- Una vez provocado el vómito habremos conseguido expulsar parte del veneno del cuerpo de nuestro perro, pero aún así, una parte del veneno habrá sido absorbida por el intestino y por eso debemos intentar que se reduzca el avance de esta absorción del tóxico. Esto se puede conseguir con carbón activado, del cual hablaremos en el artículo mencionado en el punto anterior y explicaremos cómo administrar.
- Si la contaminación no se ha producido por ingestión, sino que se ha dado por vía tópica o cutánea, una intoxicación con polvo o sustancia oleosa que se ha adherido al pelaje de nuestro can, deberemos sacudir el polvo con un cepillado intenso y realizar un baño con agua tibia abundante utilizando algún jabón que retire bien las sustancias oleosas. Si aún así no conseguimos retirar el tóxico del pelaje, deberemos cortar ese trozo de pelo, ya que es mejor eliminarlo así que lamentar que nuestro perro empeore o se contamine de nuevo.
- Si la intoxicación se da por contacto con las mucosas, la piel y los ojosdeberemos bañar con agua abundante la zona afectada para retirar el máximo posible de sustancia nociva.
- En caso de que el can afectado ya esté despierto y algo menos aturdido, y el veterinario no nos indique lo contrario, será bueno darle de beber agua fresca ya que muchos venenos de los que suelen ingerir los perros por accidente afectan a los riñones y al hígado. Dándoles agua reduciremos un poco el impacto en estos órganos. Si no la beben ellos mismos se la podemos administrar con una jeringuilla lentamente en la boca.
Envenenamiento en gatos:
Causas principales de envenenamiento en gatos
Los gatos pueden ser muy cuidadosos pero son sumamente curiosos. Esto les lleva a explorar y probar cosas nuevas, que desafortunadamente no siempre salen bien. Por esto, muchas veces acaban intoxicados, envenenados o heridos de alguna forma. Pero, gracias al conocimiento del potencial peligro de algunas sustancias y de algunos productos podemos evitar que esto suceda manteniéndolos fuera del alcance de nuestros animales de compañía.
En caso de envenenamiento o intoxicación nosotros no podemos hacer gran cosa la mayoría de las veces, pero sí podemos identificar los síntomas a tiempo y acudir a nuestro veterinario de confianza lo antes posible. Aún así, sí que existen algunas cosas que podemos intentar en casa mientras el veterinario está de camino y siempre que le preguntemos y no nos diga expresamente que no hagamos alguna de estas cosas que explicaremos más adelante.
Algunos de los venenos y tóxicos más comunes con los que se suelen cruzar los felinos domésticos son:
- Medicamentos para humanos (Ácido acetil salicílico y paracetamol)
- Comida para humanos (chocolate)
- Insecticidas (arsénico)
- Productos de limpieza (lejía y cloro)
- Insecticidas (algunos productos antiparasitarios externos que pulverizamos sobre nuestras mascotas y en su entorno)
- Insectos venenosos (cantáridas)
- Plantas venenosas (cianuro)
Estos productos, animales y plantas, contienen químicos y enzimas tóxicas para los gatos que su cuerpo no puede metabolizar. Más adelante, en el apartado sobre el tratamiento, hablaremos más sobre estos productos, sus efectos y cómo tratarlos.
Síntomas generales del envenenamiento en felinos domésticos
Los síntomas desgraciadamente son muy variados ya que dependen del origen del envenenamiento y del grado de intoxicación. Pero a continuación exponemos los síntomas y signos más comunes que pueden presentar los gatos en caso de envenenamiento:
- Vómitos y diarreas a veces con sangre
- Salivación excesiva
- Tos y estornudos
- Irritación gástrica
- Irritación de una zona de la piel que ha entrado en contacto con el tóxico
- Dificultad respiratoria
- Convulsiones, temblores y espasmos musculares involuntarios
- Depresión
- Pupilas dilatadas
- Debilidad
- Dificultad de coordinación de las extremidades por problemas neurológicos (ataxia)
- Pérdida de conocimiento
- Micción frecuente
Primeros auxilios y como proceder ante un envenenamiento en un gato
En caso de que detectemos cualquier síntoma de los anteriormente descritos debemos actuar según sea la situación. Lo más importante será llamar al veterinario, estabilizar al animal y recolectar el máximo de información y una muestra del veneno para que el veterinario pueda ayudarnos lo mejor posible. Siempre será mejor si al menos dos personas ayudan y no sólo una. Así, por ejemplo, mientras una llama al veterinario la otra puede intentar estabilizar al gato, ya que debemos pensar que en cuestión de envenenamientos el tiempo es oro.
Los siguientes pasos a seguir son los más comunes:
- Si nuestra mascota está muy débil, casi desmayada o inconsciente debemos sacarla a una zona abierta, ventilada e iluminada. Esto nos permitirá poder observar mejor cualquier otro síntoma además de ofrecerle aire fresco a nuestro amigo. Para levantarlos debemos tener cuidado y hacerlo de forma que cojamos todo el cuerpo firmemente. Si no disponemos de zona exterior, una zona como el baño o la cocina suele estar bien iluminada y tener agua a mano, la cual muy probablemente necesitemos.
- Es muy importante retirar con cuidado la fuente del envenenamiento, si la hemos podido detectar, para que no se intoxiquen más mascotas o humanos que convivan en la casa.
- Una vez podemos observar bien a nuestra mascota debemos llamar urgentemente al veterinario, nos ayudará a calmarnos, centrarnos y nos indicará como proceder de inmediato. Cuanto antes llamemos al veterinario más probabilidades de supervivencia tendrá nuestro gato. Debemos identificar la fuente del veneno a ser posible, pues es de las primeras cosas que nos pedirá el veterinario. Esto indicará muchas cosas y una de las más importantes es si se debe provocar el vómito o no al felino. No debemos hacerles vomitar porque sí pensando que así ayudamos a extraer el veneno. Debemos pensar que si se trata de algo ingerido hace más de dos horas que vomiten no sirve de nada más que para debilitarlos, si están inconscientes nunca debemos intentar hacerles tragar algo para provocar el vómito y en caso de sustancias corrosivas como sustancias ácidas y alcalinas (eliminadores de óxido, lejía, etc.) y derivados del petróleo (gasolina, queroseno, líquido de encendedores, etc.) nunca induciremos el vómito ya que pueden causar quemaduras cáusticas y dañar más el esófago, la garganta y la boca.
- Si hemos podido identificar el veneno debemos darle el máximo de información al veterinario como el nombre del producto, su principio activo, la potencia, la cantidad que más o menos haya podido ingerir el gato y el tiempo que puede que haya pasado desde que lo hizo, entre más indicaciones dependiendo del tipo de tóxico que haya producido el envenenamiento.
- No debemos darles agua, comida, leche, aceites o ningún otro remedio casero mientras no sabemos con certeza qué veneno ingirió y como proceder, por eso será mejor esperar a que te lo indique tu veterinario mientras le das el máximo de información. Esto es debido a que en caso de no saber bien a qué nos enfrentamos cualquiera de estos alimentos podría producir un efecto contrario al que esperamos y empeorar el estado de nuestro amigo.
- En caso de querer dar algo de beber mientras esperamos al veterinario y este no nos lo contraindique, deberemos darles agua o agua con sal con una jeringuilla.
- Si decidimos que debido al origen del veneno debemos hacer vomitar a nuestro gato debemos seguir unas pautas apropiadas para la inducción del vómito para evitar daños innecesarios durante el proceso. Estas pautas las comentaremos más adelante en este artículo.
- Aunque consigamos que el gato vomite, una parte del veneno habrá sido absorbida por el intestino, así que intentaremos que se reduzca el avance de esta absorción del veneno. Esto lo conseguiremos con carbón activado, que más adelante explicaremos como administrar.
- Si la contaminación se ha dado por un polvo o sustancia oleosa y si se ha adherido al pelaje del animal deberemos sacudirlo con un cepillado intenso en caso de ser polvo y utilizar algún producto de limpieza de manos que retire bien las sustancias oleosas. Si aún así no conseguimos retirar el tóxico del pelaje, deberemos cortar ese trozo de pelaje ya que es mejor eliminarlo así, que lamentar que el animal empeore o se contamine de nuevo.
- En caso de que nuestro gato esté despierto y algo menos aturdido, y el veterinario no nos indique lo contrario, será bueno darle de beber agua fresca ya que muchos venenos de los que suelen ingerir los felinos domésticos por accidente afectan a los riñones y al hígado. Dándoles agua reduciremos un poco el impacto en estos órganos. Si no la beben ellos mismos se la podemos administrar con una jeringuilla lentamente en la boca.
- Antes de dirigirte hacia tu veterinario o antes de que este llegue a casa, si es posible, debes conservar una muestra del veneno con el que se ha intoxicado tu gato, junto con etiquetas, envases, etc. que puedan formar parte de ese veneno. Así nuestro veterinario contará con el máximo de información para ayudar a nuestro amigo.
Tratamientos a seguir ante distintas causas de envenenamiento en gatos
A continuación comentaremos una serie de tratamientos para las causas más comunes de envenenamiento en felinos domésticos, los cuales solo realizaremos si nuestro veterinario nos lo ha indicado o si de verdad no nos queda otra opción. Es mejor que estas medidas las realice un profesional a que lo hagamos nosotros mismos.
- Arsénico: El arsénico está presente en insecticidas, pesticidas y venenos para plagas de roedores. Los síntomas más comunes en este caso son la diarrea aguda y a veces con algo de sangre, depresión, pulso débil, debilidad general y colapso cardiovascular. Estos síntomas se dan debido a la inflamación aguda que causa el arsénico en varios órganos internos como el hígado y los riñones. En este caso, si el veneno ha sido ingerido hace menos de dos horas por nuestro gato, el tratamiento de urgencia es la provocación del vómito, seguido de la administración oral de carbón activado y al cabo de una o dos horas administrar protectores gástricos como pectina o caolín.
- Champú, jabón o detergente: En estos casos los síntomas son más leves y más fáciles de tratar. Muchos de estos productos pueden contener sosa cáustica y otras sustancias corrosivas, por lo que nunca induciremos el vómito. Los síntomas que suelen mostrarse son mareos, vómitos y diarrea. En caso de que se trate de poca cantidad ingerida y el veterinario no nos indique lo contrario, una buena forma de ayudar al organismo de nuestro gato a tratar este envenenamiento es dándole leche o agua.
- Medicamentos para humanos: Se trata de un gran peligro que siempre está cerca sin que nos demos cuenta, ya que solemos pensar que los tenemos bien guardados o que un perro o un gato no se van a tragar o no van a lamer una pastilla. Además, el problema no es solo esta confianza que tenemos sino que a veces por desconocimiento les administramos alguno de estos medicamentos para bajarles la fiebre o calmarles otros síntomas. Es un gran error, ya que la mayoría de estas medicinas no están hechas para que las toleren los perros o los gatos y aunque administremos la dosis mínima o la indicada para niños, estaremos intoxicando a nuestros compañeros. Por lo tanto, nunca mediques a tu mascota sin consultarlo con un veterinario. Además, debemos saber que la mayoría de estos medicamentos se eliminan por el hígado tras ser metabolizados, pero los gatos no pueden metabolizar adecuadamente muchos medicamentos ni vitaminas. A continuación exponemos los medicamentos más comunes para nosotros pero que dañan la salud de nuestros felinos gravemente e incluso les pueden provocar la muerte:
- Ácido acetil salicílico (Aspirina): Como bien sabemos se trata de un analgésico y antipirético de lo más común para nosotros. Pero en los gatos produce un efecto muy negativo pasando por vómitos (a veces con sangre), hipertermia, respiración rápida, depresión e incluso la muerte.
- Paracetamol (Gelocatil): Es un antiinflamatorio y antipirético muy utilizado por los humanos ya que nos resulta muy efectivo. Pero, de nuevo, es un arma mortal para nuestros gatos. Les daña el hígado, les oscurece las encías, les produce salivación, respiración rápida, depresión, orina oscura y puede ocasionar su muerte.
- Vitamina A: Solemos tener en casa complejos vitamínicos para las épocas en las que queremos evitar resfriados y otras enfermedades comunes, entre otras cosas. Estos complejos vitamínicos incluyen la Vitamina A. Además esta vitamina la encontramos en algunos complementos alimentarios y en algunos alimentos en sí como el hígado crudo, que a veces nos gusta dar a nuestras mascotas. El exceso de esta vitamina produce en los felinos domésticos somnolencia, anorexia rigidez del cuello y de las articulaciones, estreñimiento, pérdida de peso, además de unas posiciones algo extrañas como sentarse sobre las patas traseras pero elevar las patas delanteras o tumbarse pero dejando todo el peso sobre las extremidades sin llegar a relajarse.
- Vitamina D:Esta vitamina la encontramos en complejos vitamínicos, pero también en raticidas y en algunos alimentos. La hipervitaminosis D produce anorexia, depresión, vómitos, diarreas, polidipsia (sed extrema) y poliuria (micción muy frecuente y abundante). Esto es debido a las lesiones renales y hemorragias que se dan en el aparato digestivo y respiratorio.
- Brea de carbón: La brea de carbón incluye diversos productos como los cresoles, la creosota, los fenoles y la brea. Se hallan en desinfectantes caseros y otros productos. El envenenamiento en caso de gatos por estos productos suele darse más comúnmente por la absorción a través de su piel, aunque también se da la ingesta de estos. Esta intoxicación provoca la estimulación del sistema nervioso, la debilitación del corazón y daños en el hígado, siendo los síntomas más visuales la debilidad, ictericia (coloración amarillenta de la piel y las mucosas debido al aumento de la bilirrubina), pérdida de coordinación, excesivo reposo estando echado e incluso estado de coma y según el nivel del envenenamiento la muerte. No existe un tratamiento específico. Pero en caso de haberse ingerido recientemente se pueden administrar soluciones salinas y de carbón, seguido de claras de huevo para suavizar los efectos corrosivos del veneno.
- Cianuro: Se encuentra en plantas, en venenos para roedores y en fertilizantes entre otros. En el caso de los felinos el envenenamiento por cianuro se da más frecuentemente por la ingesta de plantas que contienen compuestos de cianuro, como el junco, las hojas de manzana, el maíz, el lino, el sorgo y el eucalipto. Los síntomas suelen aparecer tras diez o quince minutos tras la ingesta y podemos observar un aumento de excitabilidad que rápidamente se torna en dificultades respiratorias, lo que puede acabar en asfixia. El tratamiento a seguir por un veterinario es la administración inmediata de nitrito de sodio.
- Etilenglicol: Se utiliza como anticongelante en los circuitos de refrigeración de motores de combustión interna y comúnmente lo conocemos como el anticongelante para el coche. El sabor de este compuesto es dulce, cosa que atrae a más de un animal y los lleva a consumirlo. Pero, los felinos no distinguen a penas el sabor dulce, por lo que este caso en gatos no se da muy frecuentemente y las veces que se da no suele haberse ingerido por su sabor. Los síntomas son bastante rápidos tras la ingesta y puede darnos la sensación de que nuestro gato está borracho. Los síntomas son vómitos, signos neurológicos, estupor, pérdida del equilibrio y ataxia (dificultad de coordinación debida a problemas neurológicos). Lo que se debe hacer en este caso es inducir el vómito y dar carbón activado seguido de sulfato de sodio entre una y dos horas después de haberse ingerido el veneno.
- Flúor: El flúor se halla en venenos para ratas, productos para la limpieza oral de los humanos (pasta de dientes y enjuagues bucales) y acaricidas ambientales. Debido a que el flúor es toxico para perros y gatos nunca debemos usar nuestra pasta dental para lavarles la boca, de hecho se venden pastas dentales especiales para ellos que además no contienen flúor. Los síntomas son gastroenteritis, señales nerviosas, aumento del ritmo cardíaco y según el nivel de envenenamiento la muerte. En caso de envenenamiento severo se debe administrar al animal inmediatamente gluconato de calcio por vía intravenosa o hidróxido de magnesio o leche por vía oral para que estas sustancias se unan con los iones de flúor.
- Chocolate: El chocolate contiene teobromina que es un químico perteneciente a las metilxantinas. En los humanos no produce ningún daño ya que tenemos enzimas que pueden metabolizar la teobromina y convertirla en otros elementos más seguros. En cambio, los felinos no tienen estas enzimas por lo que con poca cantidad de chocolate ya se pueden intoxicar. Por lo tanto, se trata de un alimento humano que a nosotros nos puede encantar y por eso muchas veces les damos a nuestras mascotas como premio unos trozos de chocolate y esto es un grandísimo error. Los síntomas del envenenamiento por chocolate suelen darse entre seis y doce horas tras la ingesta de éste. Los síntomas y señales más principales son sed insaciable, vómitos, salivación, diarrea, inquietud y vientre hinchado. Al cabo de un rato los síntomas progresan y se da hiperactividad, temblores, micción frecuente, taquicardia, bradicardia, dificultad respiratoria, insuficiencia cardíaca y respiratoria. El tratamiento de primeros auxilios en este caso es, en cuanto nos demos cuenta de la ingesta, inducir el vómito a nuestro gato y darle carbón activado vía oral. Si la ingesta del chocolate ya ha sido hace dos horas o más el vómito no será muy útil ya que el proceso de la digestión estomacal ya se habrá hecho. Por lo tanto, deberemos llevar al gato intoxicado directamente al veterinario para que realice tratamiento de los síntomas inmediatamente con el material adecuado.
- Pasas y uvas: Este caso de envenenamiento no es muy común, pero aún así sucede. Se da más en perros que en gatos. Se sabe que en perros la dosis tóxica es de 32g de pasas por cada kg de peso corporal y de 11 a 30mg por kg de peso corporal en el caso de las uvas. Por lo que sabiendo esta estimación, sabemos que para un gato las dosis tóxicas siempre serán cantidades menores. Los síntomas incluyen vómitos, diarrea, debilidad, sed extrema, deshidratación, incapacidad de producir orina y finalmente insuficiencia renal, que puede acabar en muerte. Como primeros auxilios induciremos el vómito en nuestra mascota y seguidamente lo llevaremos al veterinario dónde, además de otras cosas necesarias, se le inducirá la micción mediante terapia intravenosa de fluidos.
- Alcohol: En el caso de envenenamiento en animales los alcoholes más comunes son el etanol (bebidas alcohólicas, alcohol desinfectante, la masa en fermentación y los elixires), el metanol (productos de limpieza como los limpiaparabrisas) y el alcohol isopropílico (alcohol desinfectante y aerosoles de antipulgas para mascotas hechos con alcohol). El alcohol isopropílico es el doble de tóxico que el etanol. La dosis tóxica se da entre 4 y 8 ml por kg. Este tipo de tóxicos no solo se absorbe a través de su ingesta sino que, de hecho es más común en gatos, también se da la absorción a través de la piel. Los gatos son especialmente sensibles a estos alcoholes, por lo tanto debemos evitar rociarlos con antipulgas que no estén especificados para gatos y que contengan alcoholes. Los síntomas se dan entre la primera media hora y una hora de la intoxicación. Se observan vómitos, diarrea, pérdida de la coordinación, desorientación, temblores, dificultad para respirar y en los peores casos debido a esta insuficiencia respiratoria se acaba dando la muerte del animal. Como primeros auxilios proporcionaremos ventilación, es decir que moveremos al animal a un sitio exterior sin que le dé el sol directamente, y si la ingesta de alcoholes se ha dado recientemente se inducirá el vómito. No administraremos carbón activado ya que en este caso no surtirá ningún efecto. Seguidamente acudiremos al veterinario para que lo revise y actúe como sea necesario.
- Cloro y lejías: Los productos de limpieza de casa y los utilizados para las piscinas contienen lejía y por lo tanto contienen cloro. A veces veremos que a nuestras mascotas les gusta mordisquear las botellas de estos productos, beberse el agua del cubo de fregar que contiene estos productos mezclados, beberse el agua de las piscinas recién tratadas y bañarse en ellas. Los síntomas que se presentan son vómitos, mareos, salivación, anorexia, diarrea y depresión. Como primeros auxilios administraremos leche o leche con agua a nuestro gato con una jeringuilla en la boca de forma pausada dejando que vaya tragando por sí mismo. Esto hará que la leche se una al cloro evitando más daños a nuestra mascota. Nunca debemos inducirle el vómito, pues ya estará vomitando y provocar más vómito sólo hará que lo debilitemos más y dañaremos más el tracto digestivo ya que la lejía, el cloro y los ácidos estomacales son corrosivos. Además, debemos saber que no hay que administrar carbón activado puesto que no tendrá ningún efecto. En caso de no haberse ingerido sino de que la contaminación se dé por la piel debemos bañar a nuestro gato con un champú suave para gatos inmediatamente y enjuagarlo con agua abundante para que no queden restos. Finalmente acudiremos al veterinario para una revisión.
- Insecticidas: Los insecticidas incluyen productos que contienen carbamatos, compuestos de hidrocarburos clorados, permetrinas o piretroides y organofosforados, todos tóxicos para nuestras mascotas. Las señales de envenenamiento en este caso son micción frecuente, salivación excesiva, dificultad para respirar, cólico, ataxia y convulsiones. En este caso los primeros auxilios serán la administración de carbón activado seguido de la inducción del vómito con agua oxigenada al 3%. De todas formas, lo mejor es llamar al veterinario.
Consejos sobre las dosis y las administraciones orales
- Inducción del vómito: Se recomienda 10 ml de agua con una cucharadita de sal.
- Forma eficaz de que el gato se trague la solución oral: Se trata de introducir la jeringuilla entre los dientes y el carrillo del gato para que le sea más difícil expulsar el líquido y más fácil tragarlo. Además, nunca debemos echar todo el preparado de golpe, sino que debemos echar 1ml despacio esperar a que trague y echar el siguiente ml.
- Carbón activado: La dosis normal es de 1 g de polvo seco por cada medio kilo de peso corporal del gato. Un gato promedio requiere alrededor de 10 g. Debemos disolver el polvo del carbón activado en el menor volumen de agua posible para formar una especie de pasta espesa y utilizar la jeringuilla para administrarlo oralmente. Repetiremos esta dosis cada 2 a 3 horas por un total de 4 dosis. En caso de envenenamiento severo la dosis es de 2 a 8 g por kilo de peso corporal una vez cada 6 a 8 horas durante 3 a 5 días. Esta dosis puede mezclarse con agua y se administra con una jeringa de forma oral o con una sonda estomacal. El carbón activado lo venden en formato líquido ya diluido en agua, en polvo o en pastillas que podemos diluir nosotros en casa.
- Pectina o caolín: Lo debe administrar el veterinario. La dosis indicada es de 1 a 2 gr por kg de peso corporal cada 6 horas durante 5 o 7 días.
- Leche o mezcla de leche con agua: Podemos darles leche sola o bien una dilución al 50% con agua cuando queremos que ésta se ligue a ciertos venenos, por ejemplo el flúor, y así el paso por el organismo sea menos dañino. Lo apropiado es una dosis de 10 a 15 ml por kilo de peso corporal o todo lo que el animal pueda consumir.
- Nitrito de sodio: Lo debe administrar el veterinario. Se deben administrar 10 g en 100 ml de agua destilada o solución isotónica salina con una dosis de 20 mg por kg de peso corporal del animal afectado por el cianuro.
Este artículo es de carácter informativo, en Plan mascota no tenemos facultad para recetar tratamientos veterinarios ni realizar ningún tipo de diagnóstico. Te invitamos a que lleves a tu mascota al veterinario en el caso de que presente cualquier tipo de condición o malestar.