Cómo valorar a un perro o gato herido
- Respiración – observe el movimiento de su pecho, lo normal es entre 20-40 rpm en peros y 30-50 rpm en gatos. Es normal que después de un accidente ésta aumente.
- Frecuencia cardíaca – en perros lo normal es entre 80-120 lpm y 80-200 en gatos. Lo ideal sería hacerlo con un estetoscopio, en caso de no tener uno a disposición, intente escuchar los latidos apoyando el oído sobre el lado derecho del pecho del animal.
- Temperatura – en ambas especies, la temperatura normal se encuentra entre los 38ºC y los 39ºC. Ésta se toma de forma rectal, insertando el termómetro de forma recta y con suavidad solo con la punta. En caso de hipotermia (< 38ºC), hay que intentar que el animal entre en calor tapándolo con una manta, colocándole una bolsa de agua caliente o con un secador de pelo (tenga cuidado con el exceso de calor que le aplique). Por el contrario, si el caso es una hipertermia (>39ºC), debe refrescar al animal con un ventilador, agua del tiempo o colocándole sobre un piso fresco. En ambos casos, lleve al animal a su veterinario para determinar la causa de la desregulación de su temperatura. A los animales los cambios de temperatura le afectan mucho más que a nosotros y pueden ser fatales.
- Mucosas (piel del interior de las mejillas, encías y el interior de los párpados) – según su color pueden indicar:
- Rosadas – normalidad.
- Blancas / Pálidas – shock o pérdida de sangre.
- Rojas – hemorragia, hipertensión, fiebre.
- Azuladas / Cianóticas – falta de oxígeno (consiga ayuda veterinaria de urgencia).
- Amarillas / Ictéricas – fallo hepático o acumulación de bilirrubina.
- Si el animal está inconsciente colóquele el cuello derecho, ábrale la boca y sáquele la lengua con suavidad para que pueda respirar sin dificultad.